Loader Image
Siguenos en:

El ligamento cruzado anterior es un ligamento que esta en el interior de la articulación de la rodilla, es uno de los ligamentos encargados de darle estabilidad a la rodilla. Su función principal es evitar que la pierna tienda a trasladarse hacia adelante con respecto al muslo. Este ligamento se ancla por una parte al fémur y por otra a la tibia. La rotura de este ligamento puede ser parcial o completa; dependiendo del grado de rotura, de la existencia de roturas de otros ligamentos de la rodilla y de la potencia muscular del paciente podrá dar síntomas de mayor o menor intensidad.

En la mayoría de los casos se debe a una lesión deportiva, son especialmente frecuentes en deportes de impacto en los que se sobrecargan las rodillas con cambios bruscos de dirección o saltos: fútbol, esquí, baloncesto, etc.

En el momento de la rotura se produce dolor intenso en la rodilla acompañado de inflamación debida a la acumulación de sangre en el interior de la rodilla, debido al dolor y a la inflamación resulta difícil movilizar la rodilla. Tras la recuperación de la lesión aguda el paciente puede notar inestabilidad (es la sensación de que la rodilla se dobla y cede bruscamente de manera involuntaria, como si la rodilla “se va”). En ocasiones las personas con este ligamento roto pueden presenta crisis de dolor e inflamación de la rodilla tras realizar una actividad deportiva.

En el momento de la rotura cuando existe una inflamación importante de la rodilla se suele evacuar la sangre del interior de la rodilla usando una jeringa (artrocentesis), con esto se conseguirá aliviar el dolor. La inmovilización, que no debe exceder de 3 semanas, junto al uso de antiinflamatorios aliviará los síntomas.

Tras la inmovilización, tanto si se decide por la cirugía como si no, es recomendable realizar ejercicios de rehabilitación controlada para recuperar el movimiento y fortalecer los músculos del muslo y pierna. La decisión de reconstruir el ligamento mediante cirugía se tomará dependiendo de múltiples factores: grado de lesión, síntomas que derivan de la lesión, actividad deportiva, etc.… La cirugía consiste en extirpar los restos del ligamento dañado y poner un nuevo ligamento que se construye a partir de tendones extraídos generalmente de otros puntos de la rodilla lesionada; existe también la posibilidad de usar tendones extraídos de cadáver.